Director: Julian Jarrold
Actores: Matthew Goode, Ben Whishaw, Hayley Atwell, Emma Thompson
Calificación: 5 /10
Además de la serie homónima que triunfó en los 80, es imposible ver 'Retorno a Brideshead' (sobre todo si tienes más de 30 años) sin acordarse del cine de James Ivory, de películas como 'Una habitación con vistas' (1985), 'Regreso a Howards End' (1992) o 'Lo que queda del día' (1993).
Al igual que éstas, 'Retorno a Brideshead' es una adaptación pulcra y muy british de una novela de prestigio. Todo en ella es correcto: las ajustadas interpretaciones, la solvente realización, el eficiente diseño de producción, la competente fotografía...
Y ese, al fin y a la postre, es su mayor déficit. Porque, a diferencia de las mejores películas de Ivory, aquellas donde los refinados modales escondían turbulentas pasiones, la adaptación realizada por Julian Jarrold carece de toda pulsión subterránea. A pesar de que el texto así lo dice, nunca vemos bien representada en la pantalla toda esa intensidad emocional que está en la novela de Waugh, todo ese torrente dramático que se cuela por las grietas escondidas tras la compostura. A pesar de un buen comienzo, la película acaba perdiendo interés sepultada bajo pesadas capas de pulcritud estética y frialdad dramática.
Lo mejor: Su perfecto y evocador acabado visual.
Lo peor: Su falta de intensidad dramática y lo aburrida que acaba resultando.
Momentazo: La primera vez que el protagonista cena con Lady Marchmain y su familia en Brideshead. Secuencia que ejemplifica lo que pudo ser el filme: una exhibición de afilados diálogos llenos de dobles interpretaciones y cruce de elocuentes miradas.
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