miércoles, 2 de abril de 2008

800 BALAS

Da igual que sea en el espacio, en el mundo del espectáculo humorístico o en un Madrid acosado por fuerzas diabólicas, los protagonistas del cine Alex de la Iglesia son siempre los mismos: perdedores y marginados sociales luchando contra una sociedad que no les acepta. En este caso, los trabajadores de Texas-Hollywood, esa fábrica de sueños fantasma y cañí, son los protagonistas de esta tragicomedia con aires de western. Llena de acción, momentos y diálogos divertidísimos y unas cuantas gotas de romanticismo amargo, “800 balas” es una nueva muestra del talento para hacer cine comercial de calidad de ese osito del norte llamado Alex de la Iglesia.

Lo mejor de la peli
1. Sancho Gracia. Perfecto en su papel de perdedor alcoholizado viviendo en un mundo de recuerdos que saca toda su dignidad y nobleza cuando las circunstancias lo requieren. Al igual que con Carmen Maura en “La comunidad”, su interpretación huele a Goya.

2. La música. Mezcla de forma afortunada la música orquestal de reminiscencias épicas con canciones que reinterpretan o se inspiran en clásicos de Morricone y demás músicos del spaghetti western.

Lo peor de la peli.
Como pasaba en “La comunidad”, con ese final-en-edificio-emblemático tan de “El día de la bestia”, algunos recursos y temas resultan algo repetitivos. Sobre en lo que se refiere a las concesiones a su “publico”, como paralelismos facilones tipo especialistas-okupas enfrentados a la policía y a los especuladores.

Momentazos
Tiene todo los momentos indispensables en una película de vaqueros: una persecución en diligencia, una juerga en el saloon, unos indios acosando un fuerte y un duelo final. Ah, atención al guiño con el que finaliza la peli.

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