Después del varapalo crítico, que no de público, que se llevó “Hannibal”, el célebre productor Dino de Laurentis a optado por volver a los orígenes. Y digo productor porque el director Brett Ratner (“Hora punta”) pinta más bien poco en esta adaptación de la primera novela sobre Lecter escrita por Thomas Harris.
Tanto el tono como la trama de “El dragón rojo” recuerda a esa joya del terror moderno que es “El silencio de los corderos”. La diferencia es que la química que había entre Anthony Hopkins y Jodie Foster no se produce con Edward Norton. Además, el asesino tiene más protagonismo pero también está más humanizado, por lo que no resulta tan perverso como Búfalo Bill. Y para acabar con las comparaciones, está claro que el factor sorpresa se pierde en esta adaptación, conocemos demasiado bien a Lecter como para que nos siga dando miedo. Aún así, la peli entretiene y no defrauda.
Lo mejor de la peli
1. El reparto, de auténtico lujo: Anthony Hopkins, Edward Norton, Ralph Fiennes, Emily Watson, Harvey Keitel, Mary Loise Parker, Philip Seymour Hoffman… Y todos, a pesar de la coquetería de Ralph Fiennes, están muy bien.
2. El ritmo de la película. Como dijimos carece del poder para inquietar que conseguía “El silencio de los corderos”, pero la película está montada con un ritmo perfecto para un thriller.
Lo peor de la peli
1. Que, dadas las similitudes (y uno que es fan), se echa mucho de menos la atmósfera malsana y el desasosiego que era capaz de producir “El silencio de los corderos”.
Momentazos
1. Los ojos de Lecter. A pesar de que miles de espectadores han pasado por sus retinas, siguen transmitiendo la insondable maldad de una mente tan enferma como privilegiada.
2. El final, que no voy a contar. Esa sensación que deja de “ahora empieza lo bueno”.
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