“Las reglas del juego” es, hasta el momento y sin desmerecer los méritos de “American Psycho”, la mejor adaptación de una novela de Bret Easton Ellis. Y lo es porque nadie como Roger Avary, que leyó el libro con 21 años y se sintió totalmente identificado, ha sabido trasladar en imágenes todo ese universo desquiciado y decadente por donde se pierden, sangrando por sus maltrechas fosas nasales, los hastiados personajes de tan agudo cronista social. El director consigue el milagro de unir en perfecto matrimonio un guión lleno de giros, flashbacks, frenazos y anfetamínicos acelerones, tan del gusto del co-autor de “Pulp Fiction”, con una puesta en imágenes sorprendente, precisa y de un lirismo sobrecogedor.
Lo mejor de la peli
Como, agazapado tras una aparente película de adolescentes obsesionados por el sexo y las drogas, llena de reconocibles clichés del cine más indie, se refugia y va saliendo a la superficie una historia de trágicos amores rodada con especial y poética sensibilidad.
Lo peor de la peli
1. Algunos excesos, sobre todo en las secuencias con el dealer, que estropean un poco el conjunto.
2. James Van Der Beek, el adolescente de la serie “Dawson crece”, se ha hecho mayor pero no muy buen actor.
Momentazos
1. Las fiestas: “Vístete para follar”, “La fiesta del culo del mundo” o “La fiesta del fin del mundo”. Orgías llenas de sexo, drogas y gritos desesperados de ayuda.
2. La cena con las madres de los chicos gays. Indescriptible.
3. El suicidio, su descubrimiento y cómo nos cuenta su causa. Sobrecogedor.
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