Como ya dijimos a propósito de 'A good woman', la estupenda adaptación de 'El abanico de Lady Windermere', estropear un texto, en este caso, como el de Shakespeare, es casi imposible. ¡Si hasta el histriónico Mel Gibson hizo un buen Hamlet! Partiendo de este hecho, si ese infalible ingrediente principal lo sazonas con una buena ambientación y unos competentes intérpretes, el plato saldrá, como mínimo, comestible.
'El mercader de Venecia' se puede comer, no indigesta, pero no es una exquisitez. Primero porque, para mi gusto, no es una de las mejores obras de Shakespeare. A pesar de contar con uno de sus mejores personajes, el atormentado prestamista Shylock, creo que su indefinida mezcla de comedia y drama no le beneficia, así como aspectos de la obra, como lo de los cofres, que se han vuelto previsibles y algo pasados de moda: ¿alguien no sabía cuál era el correcto? Segundo porque, salvo Pacino, los demás intérpretes están correctos, sin más. Y tercero, porque la dirección, salvo momentos como el juicio, no pasa de funcional. Una académica ilustración de un texto sin mucho que aportar, arriesgar, en cuanto a la puesta en escena.
Lo mejor: Al Pacino. Sólo por su interpretación merece la pena ver la película
Lo peor: Su corrección académica que, me temo, esconde o pereza o falta de talento por parte del director.
Momentazo: El gran momento de la película es la secuencia del juicio, una obra maestra del suspense y auténtico precedente del subgénero del cine de juicios.
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