Miguel Albaladejo ha vuelto a demostrar que no es un director acomodaticio. Su voluntad de cambio, de no repetirse película a película, es digna de admiración. Aunque, como en este caso, los resultados no sean demasiados satisfactorios. El director, según sus propias palabras, ha querido hacer 'una película completa con espectáculo, con comedia, intimismo, historia de amor, drama'. Y lo ha conseguido. Lo malo es que la mezcla no ha salido demasiado equilibrada.
'Volando voy' es una película muy irregular, que no funciona como conjunto. Como es habitual es su director, tiene muy buenos momentos de comedia (favorecido por la vis cómica de Fernando tejero y, sobre todo, Mariola Fuentes), y sorprendentes escenas de acción (la persecución por las estrechas calles de Toledo es excelente).
Pero, en cambio, naufraga en los momentos dramáticos por culpa de: 1) unas deficientes interpretaciones, que en algunos casos caen en la caricatura (Álex Casanovas como el Tío Alberto), 2) unos diálogos, sobre todo los recitados por los chicos, que suenan a falso (debería aprender de 'Barrio' o 'El bola'), 3) lo poco verosímil que resultan la mayoría de los momentos más dramáticos de la película (las palizas, por ejemplo) y 4) lo poco sutil de la caracterización psicológica de 'El pera', con esos flashbacks a modo de flashes de las palizas recibidas.
Lo mejor: la ambientación y las persecuciones de coches.
Lo peor: los momentos dramáticos y la interpretación de los chicos. No hay quien se los crea.
Momentazo
1. 'El pera' y su banda perseguidos por la policía por las estrechas e intrincadas calles de Toledo.
2. La celebración, con ecos del neorrealismo italiano, de la comunión de la hermana del protagonista.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario