
Lo mejor de la película
La reconstrucción histórica. Primorosa ambientación de la Andalucía del siglo XIX, tierra de raciales bailaoras, míticos toreros y refugio de bandoleros de leyenda. La visión de esa España en decadencia es pintoresca y sumamente idealizada, como corresponde a la visión de un francés del Romanticismo como Mérimée, por lo que sus topicazos están plenamente justificados.
Lo peor de la película
Que a pesar de un prometedor inicio, unos esforzados y muy bien elegidos intérpretes y un director de probada valía, esta historia de amores ardientes se convierte en hielo a los ojos del espectador.
Momentazo
Sin duda la secuencia de la fábrica de tabaco. La grosera y sensual pelea entre las cigarreras es uno de esos momentos de erotismo sucio y esquinado, con olor y sabor, a los que nos tiene acostumbrado Vicente Aranda.
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