miércoles, 25 de julio de 2007

EL TIEMPO QUE QUEDA

'El tiempo que queda', vista en el reciente festival de Valladolid, donde se llevó el premio al mejor actor (Melvil Poupaud) y la Espiga de plata (algo así como el segundo premio), fue una ligera decepción para este cronista, tan devoto de este cineasta. Quizá mis expectativas eran demasiado altas. Puede. O quizá Ozon no ha estado a la altura de sus últimas y estupendas películas: 'Swimming pool' y '5 x 2 (cinco veces dos)'. También puede.

'El tiempo que queda' narra la historia de un fotógrafo de moda a quién se le diagnostica un cáncer terminal. A partir de ahí vemos cómo vivirá el protagonista ese 'tiempo que queda', desde la exploración del placer inmediato al ajuste de cuentas con su entorno o la búsqueda de la paz interior. Un argumento que recuerda a la fabulosa 'Vivir', de Kurosawa, (o a las más modernas 'Las noches salvajes' y 'Su hermano') y que Ozon expone con excesiva sensiblería, desajustes rítmicos y torpezas narrativas (los innecesarios, por sentimentaloides, flashbacks de la infancia). A pesar de ello, la película merece la pena por su final y, sobre todo, por la parte donde el protagonista visita a su abuela, interpretada por una espléndida Jeanne Moreau.

Lo mejor: Jeanne Moreau, o la abuela que todos querríamos tener (aunque queramos mucho a la nuestra).

Lo peor: demasiados desajustes de guión y secuencias que no funcionan: los flashbacks, el trío...

Momentazo: El final, tan bello, simbólico y playero como es habitual en Ozon.

VOLANDO VOY

Miguel Albaladejo ha vuelto a demostrar que no es un director acomodaticio. Su voluntad de cambio, de no repetirse película a película, es digna de admiración. Aunque, como en este caso, los resultados no sean demasiados satisfactorios. El director, según sus propias palabras, ha querido hacer 'una película completa con espectáculo, con comedia, intimismo, historia de amor, drama'. Y lo ha conseguido. Lo malo es que la mezcla no ha salido demasiado equilibrada.

'Volando voy' es una película muy irregular, que no funciona como conjunto. Como es habitual es su director, tiene muy buenos momentos de comedia (favorecido por la vis cómica de Fernando tejero y, sobre todo, Mariola Fuentes), y sorprendentes escenas de acción (la persecución por las estrechas calles de Toledo es excelente).

Pero, en cambio, naufraga en los momentos dramáticos por culpa de: 1) unas deficientes interpretaciones, que en algunos casos caen en la caricatura (Álex Casanovas como el Tío Alberto), 2) unos diálogos, sobre todo los recitados por los chicos, que suenan a falso (debería aprender de 'Barrio' o 'El bola'), 3) lo poco verosímil que resultan la mayoría de los momentos más dramáticos de la película (las palizas, por ejemplo) y 4) lo poco sutil de la caracterización psicológica de 'El pera', con esos flashbacks a modo de flashes de las palizas recibidas.

Lo mejor: la ambientación y las persecuciones de coches.

Lo peor: los momentos dramáticos y la interpretación de los chicos. No hay quien se los crea.

Momentazo
1. 'El pera' y su banda perseguidos por la policía por las estrechas e intrincadas calles de Toledo.
2. La celebración, con ecos del neorrealismo italiano, de la comunión de la hermana del protagonista.

BROKEBACK MOUNTAIN

Con 'Brokeback Mountain', Ang Lee demuestra que, en ocasiones, tomar una cierta distancia crítica y emocional sobre el material con el que se está trabajando es la mejor manera de acercarte a él, la mejor opción para ver mas allá, con una mirada de extranjero, de viajero (que no de turista). Y es que, como ya hicieran (o han hecho siempre) cineastas homosexuales con historias sobre heterosexuales (pienso en el alemán y gay Murnau y su maravillosa 'Amanecer', historia de amor hetero en EEUU), ha tenido que ser un director chino y heterosexual quien haya hecho la que, posiblemente, sea la gran película norteamericana de amor gay.

'Brokeback Mountain' lo tiene (casi) todo. Un director inteligente acostumbrado a lidiar con los materiales más diversos ('La tormenta de hielo', 'Sentido y sensibilidad', 'Hulk', 'Tigre y dragón'), dos intérpretes extraordinarios (aunque, de forma injusta, se esté llevando sólo uno de ellos todos los halagos, Heath Ledger) y una historia llena de sensibilidad, ternura y profundidad, con las dosis justas, pero poderosas, de denuncia social.

Un relato de amor imposible, contado en voz baja pero de gran intensidad dramática, dentro de un paisaje lleno de poder metafórico (¿quién no tiene su propio Brokeback Mountain?), que podría haber sido perfecta si, por culpa de un alargamiento de guión (por lo visto el relato en el que está basada se quedaba corto), no acusara una caída en el ritmo, hacia la segunda parte de la película, donde lo poco interesante que se cuenta está unido a una puesta en escena funcional y desabrida, más cercana a un telefilme tipo 'Dallas' que a la gran película que estábamos viendo. Aun así, sin duda, uno de los filmes del año.

Lo mejor de la película
1. Los dos actores. Heath Ledger y Jake Gyllenhaal están sencillamente perfectos.

2. Ang Lee, por demostrar cómo hacer una película de amor homosexual sin caer en estereotipos, corrección política o cursis mariconadas (y pienso en 'Reinas' o 'Tormenta de verano').

Lo peor de la película
Ese bajón que acusa hacia el final de la película, pero que no voy a desvelar por respeto a los que no la han visto.

Momentazo: Todos y cada uno de los que comparten los dos protagonistas en las montañas Brokeback.

MEMORIAS DE UNA GEISHA

Con 'Memorias de una geisha' pasa todo lo contrario que con 'Brokeback Mountain'. Si Ang Lee ha hecho de la necesidad virtud, sacando el mayor partido posible de la distancia física, cultural y emocional que le separaba de la historia que estaba narrando, Rob Marshall ha hecho todo lo contrario, se ha quedado fuera, como un turista en sandalias y calcetines que entra en un parque temático dedicado al folclore japonés.

El director no oculta que sólo está interesado en los elementos decorativos de la historia, un melodrama folletinesco, almibarado como pocos, del que se muestra incapaz de sacar algo parecido a una emoción humana de unos personajes convertidos en simples perchas danzarinas donde colgar lujosos kimonos. El problema es que
'Memorias de una geisha' ni siquiera funciona como puro virtuosismo formalista, como lujoso y pintoresquista envoltorio visual. Su hueco esteticismo es tan hortera como una figurita de Lladró, adornando una historia más falsa que las lentillas azules de la protagonista. Sin duda, uno de los grandes fiascos de la temporada.

Lo mejor: la labor de ambientación. Un trabajo excelente cuyos logros se ven disminuidos por lo inane de la propuesta.

Lo peor: todo lo demás.

Momentazo: El baile bajo la nieve. El único atisbo del talento visual para montar musicales que se supone tiene Rob Marshall.

EL NUEVO MUNDO

Antes de nada dos avisos para que nadie se lleve a engaño. Primero. 'El Nuevo Mundo' no es como nos la están vendiendo, una superproducción épica sobre la historia de amor entre la princesa Pocahontas y el capitán John Smith, una especie de versión con actores de carne y hueso del clásico de Disney. Nada más lejos de la realidad. La nueva película de Terrence Malick son dos horas y media de puro cine de autor de una narrativa no apta para todos los públicos.

Segundo. 'El Nuevo Mundo' es una película imperfecta. ¿Por qué, entonces, quien esto escribe le pone cinco estrellas? Muy sencillo. Porque las dos primeras horas de metraje, hasta que aparece el personaje de Christian Bale y la película se convierte en casi una parodia de si misma, son de tan alto valor cinematográfico, artístico, que me faltan estrellas para poder valorarlo en su justa medida.

Dicho esto, y dejando claro que soy un admirador de la forma de hacer cine de Malick, para algunos demasiado 'arty', 'El Nuevo Mundo' me parece, admitiendo, repito, sus imperfecciones, una de las cumbres del cine de este director, un magistral poema visual capaz de sumergirnos en un estado de éxtasis hipnótico, de alucinación trascendental que, o te fascina dejándote al borde del 'síndrome de Stendhal' o la odias y te lleva al borde de la narcolepsia.

Un proyecto, y eso no admite discusiones, cada vez más difícil de encontrar en el cine de Hollywood desde la muerte de Kubrick. Sólo por eso, merece nuestro aplauso.

Lo mejor: Que le hayan dejado hacerla.

Lo peor: La media hora final. Malick, como es habitual en él, ha montado y remontado la película varias veces, pero esta última parte sigue sin funcionar. Lo que antes era poesía whitmaniana ahora se convierte en lirismo de todo a cien; empalagoso, afectado, cursi.

Momentazo: El comienzo. Sin palabras, acompañado por el 'Das Rheingold' de Wagner y las hermosas imágenes fotografiadas por el nominado al Oscar Emmanuel Lubezki, asistimos al descubrimiento del Nuevo Mundo por parte de los colonos, y de los habitantes del Viejo Mundo por parte de los indígenas.

TRANSAMERICA

Una película como 'Transamerica' la puedes juzgar desde dos puntos de vista: el ético y el estético, el moral y el artístico, por su contenido (eso que se llama mensaje) y por su forma (cómo ese contenido se hace forma por medio de la puesta en escena).

Desde el primer punto de vista, como ya hemos dicho en el apartado 'Lo más gay', la película es ejemplar, necesaria. Un acercamiento tierno y delicado, dramático pero no solemne ni victimista, divertido pero no paródico, a la transexualidad, o, mejor dicho, a un personaje transexual, ya que la película no pretende ser un retrato universal de la transexualidad.

Desde el punto de vista cinematográfico, como producto artístico, la película no sale tan bien parada (tampoco es que salga mal). 'Transamerica' es una entretenida road movie, que se ve con agrado, y se beneficia del gran trabajo de Felicity Huffman, a quien el director confía (con acierto) todo el peso de la película. Pero, salvo por lo insólito del personaje, no deja de ser un convencional filme de carretera, muy previsible y de una estética indie de lo más vista.

Aunque, a su favor, también hay que decir que su apuesta por la sencillez nos ahorra los excesos melodramáticos y sentimentaloides a los que tanto nos tienen acostumbrado este tipo de películas (véase
'Monster'). Sólo por eso ya merece una oportunidad.

Lo mejor: Felicity Huffman. Sale muy buen parada en su interpretación de un personaje que podía haber dado pie a la más excesiva de las caricaturas.

Lo peor: Su poca ambición dramática y estética. Lo que cuenta nos lo han contado ya mil veces y aquí no se hace mejor.

Momentazo: La aparición de Bree en casa de su familia después de su transformación. Da lugar a multitud de situaciones dramáticas, tiernas y divertidas.

TRUMAN CAPOTE

'Truman Capote' no es, a pesar del título, un biopic al uso, una mera ilustración de la biografía del famoso novelista de Alabama. El debut en la dirección de Bennett Miller, apoyado por el excelente guión de Dan Futterman, describe el complicado proceso creativo de 'A sangre fría', la novela que marcaría un antes y un después en la obra y la vida de Capote.

La película, lejos de mitificar al excéntrico autor de 'Desayuno en Tiffany's', lo retrata como un egocéntrico y atormentado escritor que se debate constantemente entre su compromiso moral hacia los asesinos a los que está entrevistando -que confían en él y en su futura obra para evitar la pena de muerte- y sus sentimientos hacia uno de ellos, Perry Smith, y la culminación de su obra magna, aquella que según sus propias palabras, 'cuando pienso en lo buena que va a ser, me falta el aire'.

El director, por medio de una realización sobria y contundente, aunque algo sosa e impersonal, dejando que gran parte de la película descanse en los hombros del inmenso Philip Seymour Hoffman, quien se mimetiza de manera asombrosa con el escritor (aunque parezca exagerado, creerme, el verdadero era aún más excesivo), realiza un trabajo admirable con un material que, si bien podría haber dado mucho más de sí, haber profundizado más en las relaciones de Capote con los asesinos, así como en el impacto que el suceso produjo en el pueblo, también podría haber sido carne de excesos interpretativos y morbo sensacionalista sobre la vida disoluta del genial escritor.

Lo mejor: Que está más cerca de un biopic tan atípico como 'Dioses y monstruos' que de uno tan convencional como 'Ray' o 'Una mente maravillosa'.

Lo peor: Que la dirección está muy por debajo, o muy supeditada, a la interpretación de Philip Seymour Hoffman.

Momentazo: Las conversaciones de Capote con Perry Smith en el corredor de la muerte. Esa mezcla de enamoramiento, terapia psicoanalítica y vampirismo intelectual.

martes, 24 de julio de 2007

VOLVER

'Volver' es, por ahora, la mejor película de Almodóvar en lo que va de década, muy por encima de la sobrevalorada 'Hable con ella' (2002) y la mediocre 'La mala educación' (2004). El director vuelve a terreno conocido: La Mancha de 'La flor de mi secreto' (1995), los ambientes y personajes del extrarradio de '¿Qué he hecho yo para merecer esto?' (1984), las 'chicas almodóvar'..., y lo hace pisando fuerte, con la seguridad del que ya ha estado allí y conoce bien el camino.

'Volver' es un ejemplo especialmente afortunado de esa habilidad que tiene el director manchego para mezclar de forma natural y armoniosa el melodrama y la comedia, la intensidad emocional y la comicidad relajada, la tragedia más sórdida y el humor petardo y/o negro. Pero, en este caso, va aún más lejos, introduciendo un elemento fantástico, un fantasma en un contexto cotidiano, de forma admirable, (su)realista y con gran naturalidad.

Neorrealismo pop, retrato autobiográfico y antropológico, 'Volver', salvo algún desajuste de guión, es una de las cimas del arte almodovariano, capaz de sacar del espectador tantas carcajadas como lagrimones.

Lo mejor: Las actrices, todas fantásticas (mención especial para una fabulosa Blanca Portillo); la perfecta mezcla entre drama y comedia, entre realidad y fantasía; el poderoso sentido visual de Almodóvar, siempre intacto; y la magnífica música de Alberto Iglesias.

Lo peor: El desdibujado personaje del marido de Raimunda, tan mal perfilado que parece mentira que sea de Almodóvar. Caer en el manoseado tópico de ponerle bebiendo cerveza mientras ve fútbol por la tele para indicar lo machista y mala persona que es, demuestra hasta que punto está trabajado el personaje.

Momentazos
1. El reencuentro, debajo de la cama, entre la madre muerta (Carmen Maura) y la hija más 'descastada' (Penélope Cruz). Alto voltaje emocional.

2. El plano cenital durante el entierro, donde las plañideras rodean a Sole como cucarachas, así como los que abren y cierran la película: el travelling en el cementerio mientras las mujetes limpian las tumbas y el plano fijo de la puerta cubierta con un grueso cortinaje que no deja pasar la luz cegadora de La Mancha.

LOS PRODUCTORES

1) 'Los productores', versión 1968, fue el debut de Mel Brooks en el cine y lo mejor que ha hecho nunca aparte de producir 'El hombre elefante' a David Lynch. 2) 'Los productores', el musical, ha batido records de premios Tony y obtenido gran éxito en Broadway. 3) 'Los productores', versión 2006, es una adaptación casi calcada de la versión teatral, y ese es su mayor problema.

Adaptar una obra al cine, ya sea teatral o literaria, no significa llevarla tal cual, sin modificarla para acomodarla a otro medio diferente. Cuando se hace así sólo se consiguen dos cosas: o una novela ilustrada o una obra de teatro filmada.

Ese es el gran error que condiciona una película como 'Los productores'. La debutante Susan Stroman, no por casualidad responsable de la versión teatral, ha llevado la obra a la pantalla sin apenas modificaciones. Esto provoca principalmente dos problemas: 1) que los actores interpreten como en el teatro, sin 'darse cuenta' de que les están filmando en primer plano, por lo que caen en la más exagerada de las sobreactuaciones, y 2) que los números musicales estén rodados de forma funcional, sin apenas trabajo de cámara, con lo que quedan muy deslucidos a pesar de su calidad.

La película, lógicamente, mantiene la calidad del texto original y los estupendos números musicales, pero hace aguas por lo caricaturesco de los personajes, el poco nivel de muchos de los nuevos chistes (y algunos del original) y lo irregular del conjunto.

Lo mejor: Algunos números musicales y la idea original de la película

Lo peor: Las (sobre)actuaciones de todos sus intérpretes y los chistes malos, que son muchos.

Momentazos: El estreno de la obra, 'Primavera para Hitler'.

INSTINTO BÁSICO 2

'Instinto básico 2' es, desde ya, una joya del cine basura a la altura de despropósitos recientes como 'Barridos por la marea' (2002) o 'Striptease' (1996). La máxima candidata a los razzies del año que viene se convertirá con el paso del tiempo en objeto de culto trash, esa categoría de productos culturales que de tan malos son buenos.

Analizando la película desde un punto de vista serio y riguroso, no podemos decir otra cosa que 'Instinto básico 2' es la peor película estrenada en lo que va de año (de ahí la solitaria estrellita que corona esta crítica).

Pero desde una óptica más relajada, con un sentido de la ironía, digamos, posmodernista, esta segunda parte se convierte en una divertidísima comedia, en una parodia involuntaria que supera a clásicos del género (consciente) como 'Scary Movie' (2000) o la reciente 'Date Movie' (2006). Atención a la "sorpresa" final, es de aplaudir y no parar (de reír).

Lo mejor: Lo divertida que es, pese a las pretensiones de sus creadores (aunque yo creo que los guionistas saben más de lo que creemos), y el trabajo de la maquilladora de Sharon Stone (¿o será el Botox?)

Lo peor: Que como te las tomes en serio vas apañado...

Momentazo: El principio (esa masturbación en un deportivo a 170 km/h) y el final (un giro de guión capaz de dejarte con la boca abierta)

V DE VENDETTA

'V de Vendetta' es una película insólita en el panorama de las superproducciones del Hollywood actual. Convertir a un terrorista de indisimulada ética anarquista en un superhéroe es de una temeridad ideológica sorprendente.

La primera película de James McTeigue, ayudante de dirección de los hermanos Wachowski, es de una gran riqueza semántica, funcionando como: 1) cinta de acción y aventuras, 2) historia de amor, 3) distopía política futurista, 4) relectura de los cómics de superhéroes, y 5) disertación filosófica sobre la idea de justicia social (poética) y toma de conciencia personal.

A pesar de que su argumento está algo simplificado respecto al original literario (que recomiendo fervorosamente), la película mantiene intacto el espíritu idealista y combativo de éste, lleno de utopía y romanticismo, y consigue dotarle de un fastuoso envoltorio visual digno de la primera parte de 'Matrix'. Los Wachowski y James McTeigue lo han vuelto a conseguir: estamos ante una nueva película de culto.

Lo mejor: Su apabullante estilo visual, su riqueza narrativa y, por supuesto, el personaje de V, todo un mito en el mundo de los tebeos que pronto lo será en el cine.

Lo peor: El esquematismo de algunos de sus personajes, sobre todo de los malos: el presentador Lewis Prothero o el cura pederasta. Unos supervillanos que no están a la altura del superhéroe protagonista.

Momentazos
1. La (elegante) presentación de los dos protagonistas, en un montaje paralelo mientras se preparan para salir.

2. La (intensa) visita de V a la doctora responsable de los experimentos del campo del concentración.

MATADOR

'Matador' es algo así como una variación en clave de comedia de 'Extraños en un tren' (1951). Una divertida película, llena de humor negro, que basa su efectividad en un buen guión, una pareja protagonista con mucha química y una dirección al servicio de la historia y sus antagónicos personajes.

Dos hombres en crisis, de vidas opuestas, se encuentran en un bar. Se conocen, se hacen amigos y se envidian. El asesino anhela la vida tranquila, hogareña y en pareja del vendedor, y éste desea la vida errante, agitada y emocionante del asesino a sueldo. Este conflicto es la base de esta entretenida comedia, algo irregular en su conjunto (está mejor la primera parte que la segunda) y sin más pretensiones que divertir durante hora y media. Y lo consigue.

Lo mejor: La pareja protagonista, su agudo sentido del humor y el ajustado equilibrio entre pretensiones y resultados.

Lo peor: Que la segunda parte, una vez que salen de Méjico, no es tan divertida como la primera.

Momentazo: Toda la secuencia de la corrida de toros donde el asesino le muestra a un fascinado vendedor cómo hace su trabajo. Muy bien planificada, tan divertida como emocionante.

LA HUELLA DEL SILENCIO

'La huella del silencio' es un melodrama familiar, de sobremesa, al que se le han aplicado unas gotas de trascendentalismo new age, de misticismo a lo Paolo Coelho, y unos breves apuntes de crítica social: el culto a la competitividad que se inculca a los norteamericanos desde su más tierna infancia.

Todo ese batiburrillo de tramas e intenciones tiene un denominador común: la cursilería. Todo en esta película es relamido y afectado, empezando por el gran tema del filme, la desestructuración de una familia modelo norteamericana, amenazando la felicidad y la cordura de sus integrantes, y acabando por su plasmación en imágenes, con esos recursos formales, digitales, tan ñoños que alcanzan la categoría de kitsch.

Lo mejor: La niña protagonista, una especie de 'niña santa' versión USA, y las competiciones de deletreos, apoteosis del universo nerd.

Lo peor: La poco creíble relación entre Richard Gere y Juliette Binoche, por culpa de una de las peores interpretaciones de sus respectivas carreras.

Momentazo: La experiencia religiosa caleidoscópica de la mística niña. Delirante apoteosis kitsch.