En estos últimos años estamos asistiendo a un revival del cine de terror más gore de los 70. Desde las películas de zombis ('28 días después' o 'Amanecer de los muertos') hasta los filmes con psichokiller, con películas como 'La casa de los 1000 cadáveres' o el remake de 'La matanza de Texas'.
'Alta tensión' es la aportación francesa a este fenómeno. El director Alexandre Aja, inspirándose en clásicos como la mencionada 'La matanza de Texas', hace gala de un extraordinario dominio de los recursos del suspense y de un gusto malsano a la hora de plasmar
salvajes escenas gore.
Por desgracia, la película está contaminada por el cáncer del terror contemporáneo: el final sorpresa. Y, como suele ser habitual, resulta inverosímil, tramposo y, lo que es peor, totalmente innecesario. La película no necesitaba de ese giro de guión para ser una estimable muestra de cine de terror 'como el de antes'.
Lo mejor: La excelente labor de dirección del prometedor Alexandre Aja y la vigorosa interpretación de la actriz Cecile de France.
Lo peor: El giro de guión final. Innecesario y tramposo.
Momentazos
La escena del servicio y la de la habitación con la protagonista escondida debajo de la cama. Dos secuencias mil veces vistas en el cine de terror pero que resultan tan efectivas y angustiosas como si no las hubiéramos visto nunca.
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