Hacer una película desde el rencor y el victimismo tiene como resultado una obra como 'Rojo sangre'. Venganza personal del decadente Paul Naschy contra "todos esos que me han amargado la vida y no han reconocido mi talento", la película es una comedia negra a lo 'Justino, un asesino de la tercera edad', llena de chistes malos, egocentrismo desquiciante y torpes manierismos formales.
Lo mejor: Algunos que otro chiste, como el de los ratones como estimuladores anales.
Lo peor: Todo lo demás.
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