martes, 26 de febrero de 2008

LA GUERRA DE LOS MUNDOS


La nueva película de Spielberg es un (otro) ejemplo más de cómo hacer buen cine comercial, esto es, manteniendo un equilibrio entre lo que se cuenta y cómo se cuenta, entre la estructura narrativa y la formal, entre lo que se invierte en talento y en promoción.

'La guerra de los mundos' es, quitando el pegote de la secuencia del sótano, una lección de ritmo narrativo, de dónde hacer ruido y dónde susurrar, de cuándo mostrar y cuándo sugerir, de cómo dosificar la información para crear suspense, en fin, de cómo coger al espectador por las solapas, asustarle, emocionarle, zarandearle y no soltarle hasta el final de la película. Y, además, evitando lugares comunes: ni se destruyen edificios emblemáticos, ni vemos la invasión a través de los medios, ni los militares son los protagonistas. Qué pena la mencionada secuencia del sótano, qué pena...


Lo mejor de la película
1. Además de todo lo anteriormente dicho, hay que destacar la opción estética de la película, puro retrofuturismo que homenajea a los clásicos del género de los 50 adaptándolo al siglo XXI.
2. La niña protagonista, Dakota Fanning, se 'come' a Tom Cruise en todas las escenas.

Lo peor de la película: La secuencia del sótano. Rompe el ritmo de la película e introduce a un personaje y un conflicto dramático totalmente prescindibles. Haz la prueba: elimínala del montaje final y piensa... ¿se resiente la historia?

Momentazo: ¿No es entrañable comenzar y acabar una película con un narrador omnisciente introduciendo y cerrando la historia?

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