Vista en el reciente festival de Sitges, junto a joyas de la animación contemporanea como 'Howl's Moving Castle', 'Ghost in the Shell 2: Innocence', 'Steamboy' o 'Strings' (también realizada con marionetas), 'Team America', a pesar del revuelo inicial, se quedó en lo que realmente es: un panfleto animado con muy poco interés desde un punto de vista cinematográfico.
Muy lograda técnicamente, con una estupenda labor de animación, el principal reclamo de la película es la supuesta carga corrosiva de su discurso. Pues bien, desde ese punto de vista -el que realmente interesa a los autores- la película es un fracaso total.
Parece que a Matt Stone y Trey Parker el éxito de la estupenda serie 'South Park' se les ha subido a la cabeza. Se creen los más malotes, los más transgresores, los más gamberros de Hollywood. Cuando en realidad son dos punkarras millonarios, poseedores de una capacidad de análisis político 'de botellón', a quienes se les da mejor vomitar que pensar, y cuyos envenenados dardos se convierten en inofensivas bolas de velcro que sólo se pegan, tan valientes ellos, en actores como el pobre Matt Damon.
Lo mejor: la animación de las marionetas, las excelentes maquetas y algún número musical.
Lo peor: que todo ese virtuosismo técnico esté al servicio de un pedestre, politizado y bobalicón sentido del humor.
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