
El problema es que Luis Tosar no es Cary Grant, Leonor Watling no es Katharine Hepburn ni Joaquín Oristrell es Howard Hawks.
Lo mejor de la película
El guión y la espléndida ambientación de una idealizada Barcelona modernista.
Lo peor de la película
Que ni la dirección ni los actores estén a la altura del guión y el diseño de producción, sobre todo Leonor Watling, que me parece una actriz tremendamente fotogénica pero de limitados recursos (y registros) interpretativos, y que aquí salen a relucir más que nunca.
Momentazos
El baile de transformismo, la sesión de hipnosis y el gag final.
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