martes, 26 de febrero de 2008

LOS SEXOADICTOS

Sucia, grosera, gamberra, provocativa... John Waters ha hecho con 'Los sexoadictos' (el título original es 'A dirty shame') su comedia más delirante y marrana desde los años 70. El problema es que el tiempo pasa y el sentido del humor de Waters no. La pócima sexo, escatología, anticlericalismo y rock & roll funciona, pero no tanto como hace 30 años. Los Farrelly, 'South Park', Internet o el mismo Torrente han encallecido las retinas del espectador de tal manera que sólo con esos argumentos es difícil provocar.

La película tiene momentos divertidos (esa impagable reunión de sexoadictos anónimos) y personajes memorables (el defecador compulsivo), pero es tan extremadamente surrealista, alocada, caricaturesca y delirante que acaba agotando hasta al espectador más entregado.

Lo mejor de la película
La recuperación de ese humor excrementicio y subversivo tan característico de las películas de los 70 de John Waters. No ha perdido su amor por la escatología y la anormalidad sexual.

Lo peor de la película
Que su provocación resulta algo inofensiva. ¿De verdad alguien se escandaliza ya por estas cosas? Yo creo que no. Waters deberá buscar otras vías como las que han encontrado directores como Todd Solondz o Michael Haneke.

Momentazo
La aparición de David Hasselhoff defecando en el avión. Memorable.

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