Más allá de sus debilidades, como ciertas salidas de tono (sobre todo al final) o una música que en ocasiones parece sacada de un spot de la Xunta de Galicia, 'Mar adentro' es una película muy bien contada y excelentemente interpretada, combinando de forma admirable el drama con el humor, la emoción con la reflexión, el dolor con el amor. Pero 'Mar adentro' es sobre todo un ejemplo más de la excepcional talla como actor de Javier Bardem. Sólo por verle interpretar al tetraplégico Ramón Sampedro, cómo mira, cómo habla, merece la pena pagar la entrada.
Lo mejor de la película
Sin duda alguna Javier Bardem. Su interpretación, sólo con el rostro y la voz como herramientas, es sencillamente genial. También la de los demás actores raya a gran altura: Lola Dueñas, que parece haber vivido toda su vida en un pueblo de Galicia; Mabel Rivera, espléndida como la cuñada abnegada que cuida de Ramón; Celso Bugalo, sobresaliente como atormentado hermano; y Belén Rueda, que sale airosa de un debut tan complicado como éste.
Lo peor de la película
El final, un pegote justo después de la muerte de Sampedro, así como varios tópicos sensibleros: el niño corriendo tras el coche de Ramón en la despedida o esa risible secuencia con la familia de la abogada jugando felices en la playa.
Momentazo
1. La muerte de Sampedro, solitaria y dolorosa por culpa de una legislación que no atendió sus peticiones.
2. La secuencia del beso. O como pasar de la fantasía a la realidad de forma sencilla y elegante. Todo un hallazgo de puesta en escena.
3. La conversación con el cura. Tan divertida como amarga.
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