
Salvo algunos momentos divertidos, todos en la primera media hora, la película se vuelve previsible, aburrida y hasta desagradable cuando aparece en escena el cargante Hugh Grant acompañando a una Renée Zellweger sobreactuada y gritona, firme candidata al premio de 'miss tic facial'. ¿Ganará algún 'razzie'?
Lo mejor: Algún que otro gag aislado con cierta gracia.
Lo peor: Los mofletes sobrestimulados de la Zellweger.
Momentazo
Bridget Jones practicando el esquí. La secuencia más divertida de la película.
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