
Los actores están muy bien, el diseño de producción es excelente, la banda sonora inmejorable, pero... a medida que transcurre la historia y ésta toma unos derroteros mucho más melodramáticos (la decadencia física y profesional de Porter) el ritmo decae (no confundir con la velocidad), la historia pierde interés progresivamente, hasta llegar a un (pretendido) emocionante final que se echa a perder por la excesiva demora en la finalización de la película. Una pena.
Lo mejor: La banda sonora.
Lo peor: Que parece que no se acaba nunca.
Momentazos
1. La secuencia en el club gay. Rodado de forma muy elegante, por medio de largos y sinuosos planos-secuencia que recuerdan al Scorsese de 'Uno de los nuestros'.
2. Aunque está casi al final y la impaciencia ha hecho mella en el espectador, hay que destacar la secuencia donde Porter canta su obra, a punto de estrenarse, a su esposa moribunda que no podrá asistir al estreno.
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