Y seguimos con los biopics. La fiebre por las biografías que inunda Hollywood no para. 'El aviador', 'Ray', 'Alejandro Magno', 'Descubriendo Nunca Jamás', 'De-Lovely'... y ahora 'Kinsey', la biografía del famoso científico y su célebre informe sobre las conductas sexuales de los estadounidenses en los años 50.
¿Cuál es el problema de este tipo de cine? Que, salvo contadas excepciones, el interés de la película depende de lo que te interese la vida del personaje biografiado. Por ejemplo, 'Ray' puede ser una delicia para los amantes de la música de Ray Charles, pero un tostón insufrible para todos aquellos a los que no les interese.
'Kinsey' es una correcta ilustración de la vida del célebre sexólogo. Bien interpretada, fotografiada y ambientada. Su mayor interés radica en la descripción de ambientes, en como refleja lo que supuso para la sociedad estadounidense los estudios de Kinsey, y en su atrevimiento para no omitir información (las tendencias bisexuales del científico) y mostrar, por ejemplo, una clase de educación sexual de forma explícita. Sin embargo, fracasa en su edulcorada visión de los aspectos más íntimos de la vida del científico.
Lo mejor: Los actores, la ambientación y que es un poco más osada, desde el punto de vista argumental, de lo habitual en este tipo de películas.
Lo peor: Que a pesar de esas 'salidas de tono', la película no deja de ser una convencional ilustración de la vida de Alfred Kinsey.
Momentazo: La escalofriante entrevista al metódico y amoral libertino que deja boquiabierto a un escandalizado Kinsey.
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